En nuestro país solo una tercera parte de la población (32%) tiene conocimientos básicos sobre finanzas personales, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). 

Uno de los principales retos de vivir con alguien es tener finanzas sanas y esto puede ser difícil si no se cuenta con educación financiera, por ello es importante conocer los hábitos, la situación económica y las metas de tu pareja al decidir comenzar una vida juntos, porque de no hacerlo, se pueden presentar problemas económicos que deriven en conflicto personal. 

Provident comparte una lista de retos financieros que se pueden presentar al vivir en pareja, para que los consideres en esta nueva etapa de tu vida:

Establecer metas:

Al formar un hogar surgen algunas necesidades básicas, como la renta o adquisición de una vivienda, así como comprar los muebles. Para ello, se debe decidir qué es lo que más conviene de acuerdo con su actual situación económica. También pueden surgir proyectos extra, como la adquisición de un auto, ahorrar para un viaje o poner un negocio, para los cuales es necesario destinar un monto establecido de los ingresos y fijar una fecha para alcanzar la meta financiera, pues de no seguir estos pasos será difícil lograrlo. 

Definir y equilibrar gastos:

En una relación, es probable que uno gane más que el otro, si es que ambos trabajan, pero no quiere decir que la persona de mayores ingresos deberá absorber todos los gastos del hogar. Lo primero que hay que hacer es comunicar los ingresos, posteriormente enlistar los gastos mensuales recurrentes y después decidir cómo se dividirán dichos gastos. 

Incluir a la pareja en las decisiones económicas:

Es necesario que ambas partes conozcan los objetivos individuales, por ejemplo, si se tiene un ahorro o si se busca adquirir un bien a largo plazo, pero más importante conocer si existe alguna deuda previa para evitar que crezca y genere problemas financieros graves en la relación. En esta situación, la pareja puede servir de apoyo para hacer un plan de pago y no alargar el adeudo.

Fidelidad financiera:

Hay que evitar mentirle a la pareja sobre el manejo de tus finanzas por miedo a que se enoje, por ejemplo, ocultar gastos, ingresos extra, tarjetas de crédito o cuentas de ahorro individuales. A futuro, estas prácticas podrían desgastar la relación.

Ahorrar:

Es importante saber cuánto gana y cuánto gasta cada uno, para poder hacer un plan de ahorro en pareja. Una parte de estos recursos se pueden destinar para imprevistos, por ejemplo: una emergencia médica, la reparación o mantenimiento de la vivienda o pagar los daños derivados de algún accidente, mientras que la otra parte de los recursos se puede usar para salir de vacaciones o cambiar el auto. Para ello, se recomienda ahorrar el 10% del ingreso mensual de ambos.

Es mejor platicar abiertamente sobre los ingresos, gastos, deudas y objetivos individuales, a fin de que juntos puedan acordar las prioridades en pareja y delinear sus metas en común. Además, es más sencillo afrontar los compromisos económicos que tengan, pues se pueden apoyar financieramente. ¿Qué dices? Cuéntanos qué otros retos financieros identificas.