México ocupa el octavo lugar a nivel mundial en catástrofes naturales; sin embargo, solo el 6.5% de las viviendas cuentan con una póliza de seguro para enfrentar estos riesgos.

Actualmente, los fenómenos naturales como sismos, lluvias torrenciales y huracanes están aumentando en intensidad y frecuencia, exponiendo a miles de hogares y edificaciones a un riesgo creciente. Además, nuestro país está entre los primeros 30 con mayores afectaciones económicas. Así, según la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas, México enfrenta un desafío significativo en la gestión y protección contra estos eventos catastróficos. 

Y es que, para millones de mexicanos, septiembre no solo marca el inicio de las celebraciones patrias, sino también un recordatorio latente de los sismos que han impactado al país. Los devastadores terremotos de 1985 y 2017 dejaron cicatrices profundas en las comunidades y la infraestructura, convirtiendo este mes en una época de reflexión y, sobre todo, de preparación ante la recurrente amenaza sísmica. 

De acuerdo con académicos de la UNAM, más del 75% de las edificaciones afectadas en el sismo de 2017 en la Ciudad de México fueron a viviendas y 66% de los edificios de departamentos sufrieron consecuencias. Mientras que, en otros estados del país, al menos el 33% de las estructuras dañadas sucedieron casas habitación.

En MAPFRE, nuestra misión es proteger a la sociedad de manera responsable e innovadora, construyendo un futuro más resiliente. Las aseguradoras desempeñan un papel vital en la reducción de riesgos, y en MAPFRE estamos comprometidos a ofrecer soluciones que no solo respondan a las necesidades actuales, sino que también integren la prevención para fortalecer la capacidad de recuperación de comunidades y empresas

Oscar A. Pineda. Director Ejecutivo Técnico

Las viviendas necesitan un seguro para enfrentar las consecuencias económicas de los sismos

La frecuencia de los desastres naturales, potenciada por el cambio climático y la expansión urbana en zonas de alto riesgo, plantea retos importantes para el sector asegurador, que juega un papel clave en la gestión y mitigación de los riesgos asociados con estos fenómenos.

En un comunicado, MAPFRE resalta el enfoque que deben de tomar las aseguradoras que operen en el territorio mexicano no solo se debe de centrar en la indemnización de las pérdidas, sino en desarrollar estrategias que fortalezcan la capacidad de respuesta. Ante esta realidad, la compañía trabaja para ofrecer soluciones que respondan a los riesgos específicos que enfrenta el país.  

Actualmente, el sector asegurador está integrando modelos avanzados para la predicción de riesgos climáticos que consideran el impacto de los desastres naturales. A diferencia de los métodos tradicionales basados únicamente en datos históricos, las soluciones modernas emplean analítica avanzada y modelos de circulación global para simular la evolución del clima y estimar riesgos futuros con mayor precisión.

Así, estos avances permiten calcular el impacto económico potencial en bienes y negocios, utilizando datos locales en tiempo real, como imágenes satelitales y sensores conectados, para tomar decisiones más informadas y específicas. 

En este contexto, a corto plazo, MAPFRE se enfoca en monitorizar estos eventos para ajustar las coberturas de seguro para viviendas de manera precisa. Esta vigilancia continua permite adaptar las soluciones aseguradoras a las necesidades inmediatas de protección.

A largo plazo, la aseguradora busca identificar nuevas oportunidades para mejorar su oferta y comprender mejor el impacto de los desastres naturales en los riesgos generales. Este enfoque integral no solo refuerza la capacidad de respuesta de MAPFRE ante eventos catastróficos, sino que también contribuye a construir un marco más sólido y adaptable para enfrentar futuros desafíos. 

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