El 60.2% de los hogares en México que tienen alguna deuda, la han contraído a través de sus tarjetas de crédito. Así lo revela la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH) 2019 del Inegi.

En este contexto, la fintech Yotepresto.com realizó una encuesta la cual revela que la mayoría de las personas pagan tasas de entre el 30 y 50% en sus plásticos. Seguidos por quienes pagan hasta el 30 por ciento y quienes tienen tasas del 50 al 70 por ciento.

Lo que nos dicen estos datos es que la gente sigue creyendo que las tarjetas de crédito son un medio de financiamiento, cuando originalmente fueron diseñadas como medio de pago. Por eso frecuentemente terminan con deudas impagables.

Luis Rubén Chávez, CEO de Yotepresto

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Pagos mensuales en las tarjetas de crédito

La encuesta de la fintech también reveló que la mayoría de las personas paga en sus tarjetas de crédito, en promedio, entre mil y 3 mil pesos mensuales, mientras que otro número importante paga más de 8 mil pesos.

Esto pagan al mes los mexicanos, en promedio, por sus tarjetas de crédito, según Yotepresto.com:

  • 31.1% de $1,000-$3,000
  • 21.1% de $3,001-$5,000
  • 18.9% más de $8,000
  • 18.9% de $5,001-$8,000
  • 10% hasta $1,000

Por otro lado, el Inegi revela la arraigada práctica del uso de créditos provenientes de cajas de ahorro, casas de empeño e informales, ya que 47% de los hogares tienen alguna deuda de este tipo.

México aún tiene un problema muy fuerte de falta de bancarización que deja a las personas sin la oportunidad de acceder a financiamientos con bajas tasas de interés y pone en riesgo su patrimonio. Por ejemplo, según la Condusef, las casas de empeño cobran un promedio de 10% de interés mensual, o sea, 120 por ciento anual.

comenta el CEO de Yotepresto

Además, según el Inegi, en promedio, 17% de los ingresos mensuales de los hogares se va al pago de deudas no hipotecarias. En tanto, el 15% lo usan para pagar créditos hipotecarios.

La recomendación siempre será que los créditos se utilicen para dar un impulso a las finanzas personales o familiares y no como algo que las afecte. Por ejemplo, una tarjeta de crédito puede usarse para acceder a promociones especiales, mientras que un crédito personal puede destinarse al pago de otras deudas, siempre y cuando, tenga una tasa de interés mucho menor.

concluye Luis Rubén Chávez