Desde hace varios años, las mujeres emprendedoras en México tienen un rol cada vez más importante, se han vuelto fundamentales por el gran aporte que realizan, tanto a nivel social, como económico.

Un estudio de Boston Consulting Group (BCG) afirma que, si hubiera el mismo número de mujeres y hombres emprendedores, el PIB mundial podría crecer entre un 3% y un 6% aproximadamente, lo que representaría entre 2,500 y 5,000 billones de dólares a la economía internacional.

Y eso no es todo, otro dato, el INEGI reportó que en la última década se registró un alza en el aporte de las mujeres en la economía mexicana, de tal manera que la tasa creció 15.7 puntos porcentuales en diez años. Es decir, que el impacto en la economía pasó de 33.3% en 2010 a 49% en el 2020.

Y es que sin duda, hay muchos beneficios y ventajas que tendría el país si surgieran cada vez más mujeres emprendedoras, entre ellos están el fortalecimiento de la economía del país. 

Actualmente, solo tres de cada 10 pequeñas y medianas empresas tienen como dueña a una mujer. Mientras más mujeres abran sus negocios e incluso empleen a otras personas, habrá mayor probabilidad de que disminuya la tasa de desocupación, y que más pymes aporten a la economía mexicana.

Por otro lado, lograr una mayor creación y participación de los emprendimientos femeninos es fundamental para que México incremente la participación de las mujeres en roles de liderazgo. 

Y ¿qué se necesita?¿por dónde empezar? primero que nada, por decidirse, no sólo tener un sueño, sino poner manos a la obra para convertirlo en realidad.

Lo cierto es que para que ese sueño tenga sustento, la preparación y capacitación son clave para las mujeres que desean emprender.

El estudio “Emprendimiento femenino en México: Factores relevantes para su creación y permanencia”, explica que los bajos niveles educativos en las mujeres representa una barrera considerable cuando ellas deciden iniciar y administrar su propia empresa.

Por ello, la educación financiera y la capacitación continua en temas de liderazgo es indispensable para incrementar la competitividad de los emprendimientos femeninos. 

Tener mayor preparación será el punto de inflexión en su plan de negocios, que les dará más posibilidades de triunfar y tener una pyme exitosa. 

Igualmente, el tema de la educación financiera, porque por ejemplo, las mujeres deben saber que existen créditos para emprendedoras, diseñados para llevar sus negocios más lejos y ayudarlas a alcanzar sus metas.

Retomo tres consejos de la Condusef para empezar a romper con los retos del emprendimiento :

1.-La capacitación es vital. Antes de iniciar un negocio, es ideal que inviertas tiempo en capacitarte en temas como marketing, liderazgo, comunicación; habilidades financieras y ventas, entre otros, esto te permitirá generar nuevas ideas y mejorar la toma de decisiones. Existen diversos cursos presenciales o en línea a un bajo costo o incluso gratuitos sobre todos estos temas.

2.-Muchas veces lo más difícil para comenzar un negocio es la falta de capital o financiamiento, recuerda que existen programas gubernamentales para mujeres emprendedoras y empresarias, y créditos de bancos que son exclusivos para mujeres emprendedoras.

3.-Usa la tecnología a tu favor. En la actualidad, para que cualquier negocio se destaque, debe contar con su propio sitio web o buscar sitios donde puedas anunciar y dar a conocer tu producto. 

Retomo lo dicho por Sanda Ojiambo, CEO del Pacto Mundial de Naciones Unidas:“la evidencia es clara: cuando las mujeres están empoderadas, todos se benefician.”  

Así que, mujeres no lo duden, empodérense  a través de impulsar ese negocio o emprendimiento que tanto desean.

*Este texto se publicó originalmente en El Universal Querétaro