¿Quién paga más? Ya la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) anunció a inicio de este año que las mujeres pagan más. En el caso específico de créditos hipotecarios, el sexo femenino registró un índice de morosidad de 2.6%, inferior al 3.6% de los hombres
Hace unos días, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) publicó el Reporte Económico Trimestral de julio a septiembre de 2022. Este documento incluye un análisis del comportamiento de pago de las mujeres y los hombres respecto a los créditos de la institución.
¿Qué hallazgos tuvo el Infonavit en este estudio?
- Al inicio del crédito, las mujeres tienen más atrasos en los pagos. Sin embargo, este comportamiento mejora luego de dos años.
- Cuatro años después de que inició el crédito, por cada 100 mensualidades los hombres tienen 4.3 pagos incompletos más que las mujeres.
Es importante comentar que, las reglas para solicitar un crédito en el Infonavit no hacen ninguna diferencia por género. No obstante, la desigualdad para acceder al mercado laboral sesgó la colocación de los créditos Infonavit entre las mujeres.
Para los créditos destinados a la adquisición de vivienda que fueron otorgados en 2015, el análisis reveló que:
- El salario de los hombres es en promedio 18.8% mayor que el de las mujeres (5.6 UMA vs. 4.8 UMA).
- Sólo 34.1% de los créditos fueron otorgados a mujeres.
- La edad promedio para ejercer un crédito es de 34.4 años para las mujeres y de 33.7 años en hombres.
- El promedio del saldo de la Subcuenta de Vivienda es menor en el caso de las mujeres que en el de los hombres (47.7 mil pesos vs. 58.8 mil pesos).
- El monto promedio de crédito fue menor en el caso de las mujeres que en el de los hombres (283.4 mil pesos vs 311.2 mil pesos).
Con estos resultados podrían plantearse condiciones crediticias a futuro. Así, atenderían las necesidades y conductas de cada grupo de derechohabientes.
Para este análisis se consideró una muestra de poco más de 381 mil créditos otorgados en 2015. Además, se siguió su comportamiento para los cuatro años posteriores (hasta 2019), a fin de tener un periodo de observación que no se viera afectado por la pandemia.