En México, emprender en pareja es más frecuente de lo que podríamos imaginar. La Asociación Mexicana de Emprendedores (ASEM) dice que 45% de las empresas son familiares.

La Radiografía del Emprendimiento en México 2023, de la ASEM, señala que en una escala donde 1 es malo y 5 es excelente, los emprendedores del país calificaron al ecosistema emprendedor con 2.6. Una puntuación que refleja los desafíos que se enfrentan.

En México, 27.8% de los emprendedores lo hace por haber encontrado una oportunidad de negocio rentable. Otro 26% dice que es por la búsqueda de crecimiento personal y profesional. Y 32.9% (es decir, la mayoría de las personas) emprende por necesidad.

Cierto es que el emprendimiento es una fuerza motriz fundamental para el crecimiento económico en cualquier sociedad. Y es que es claro que el emprendimiento puede contribuir al crecimiento económico. Da nuevos empleos, aumenta la actividad económica, fomenta la innovación y aumenta la competencia en los mercados.

Pero aunque todos sabemos que emprender no es una tarea fácil, ¿qué tan complejo es emprender un negocio en pareja? ¿qué tan factible o recomendable es? En México, tener un negocio en pareja es más común de lo que pensamos. Aunque no se tienen cifras exactas, sí tenemos el dato de que 45% de las empresas son familiares, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México.

Tener la respuesta sería poseer una fórmula mágica. Pero lo que sí es posible y recomendable es analizar los pros y los contras y tomar la decisión con mucho conocimiento de causa.

Los empresarios en pareja destacan el apoyo emocional mutuo como una de las principales ventajas. Esto puede fortalecer la resiliencia y la capacidad para superar desafíos. Comúnmente se habla de la «soledad del emprendedor» y de lo complicado que es enfrentar el nuevo rol, al hacerlo en pareja esto puede evitarse.

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Las parejas emprendedoras manifiestan un mayor nivel de compromiso y motivación al trabajar juntas, además, el deseo compartido de éxito puede impulsar el rendimiento empresarial. Sin embargo, entre las desventajas, pueden estar las dificultades para separar lo personal de lo profesional, situación que puede generar tensiones en ambos ámbitos, por lo que es esencial establecer límites y mecanismos de comunicación efectivos.

Se habla que el 25% de las personas que deciden emprender en pareja señalan la falta de espacio personal como una desventaja. La convivencia constante puede afectar la autonomía individual.

Sin duda, poner un negocio en pareja no es para todos. Pero las finanzas claras pueden ayudar a que, de tomar la decisión, esta aventura tenga éxito.

Empezaría por recomendar crear un plan financiero sólido que incluya un presupuesto detallado, proyecciones de ingresos y gastos, así como un fondo de emergencia. La asignación de roles claros para las responsabilidades financieras es vital para facilitar la toma de decisiones y evitar conflictos.

Pero sobre todo, es necesario mantener cuentas bancarias separadas para las finanzas personales y empresariales. Ello les ayudará a mantener la transparencia y facilita la gestión. Y el día de mañana, que pueda enfrentarse una posible separación (personal o empresarial) todo pueda ser más sencillo.

Aunado a esto, como siempre lo he reiterado, y en este 2024 no es la excepción, la capacitación en temas financieros y empresariales es un must para tomar decisiones informadas y estratégicas. Emprender en pareja puede ser un camino lleno de desafíos, pero también ofrecer un mundo lleno de oportunidades. Sí lo tenemos claro, ¡qué comience la aventura!

Este texto fue publicado originalmente en El Universal Querétaro