Comprar una casa en pareja podría ser tu meta para este 2024. Y es que, más allá de celebrar con una cita romántica, llevar las finanzas con tu amorcito puede ser una buena opción.

Si bien, en este mes del amor y la amistad, muchas parejas celebran este día con una salida al cine o un viaje, otras contemplan entre sus planes llevar a la acción una de las decisiones más importantes de su vida. Se trata del primer paso para formalizar la relación y conocerse mejor al compartir un espacio: la compra de su nuevo hogar.

Y es que, dar este salto en solitario implica un gasto que puede tardar en liquidarse hasta en 21 años, según cifras de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF). Y, aún con el apoyo de un crédito hipotecario, el plazo va desde cinco a 30 años, dependiendo de los ingresos o el acuerdo que se haya firmado.

Por ello, las parejas están optando por explorar nuevas formas de acelerar el proceso y hacer realidad el sueño de hacerse de una casa. La modalidad es a través de un crédito mancomunado, que implica conjuntar los ingresos, para obtener un mejor financiamiento para la vivienda.

Si bien, esta decisión no solo implica compartir un hogar, sino también compromisos financieros de largo plazo, razón por la que Coldwell Banker México, firma maestra inmobiliaria con presencia a nivel nacional enfocada en la venta, compra y renta de inmuebles residenciales, te comparte cinco razones que en conjunto con tu ser amado amado deben explorar, para decidir si sacar juntos un crédito hipotecario, es la alternativa que fortalecerá sus lazos afectivos y una inversión que les brindará la estabilidad que necesitan a largo plazo.

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Tendrán más posibilidades de obtener el crédito

Las instituciones financieras suelen negar los préstamos hipotecarios cuando el solicitante percibe ingresos insuficientes. Al conjuntar la solicitud con otra persona, se incrementa la solvencia y capacidad de asumir una deuda de tal magnitud. Además, podrían obtener una tasa de interés más baja. No obstante, ten en cuenta que no sólo se suma lo bueno, ya que se investigará a ambos solicitantes y los dos deberán contar con un buen historial crediticio.

No necesitan estar casados

La ventaja más atractiva de este tipo de crédito, es que pueden solicitarlo parejas que no estén casadas legalmente. Es decir, ya sea que vivan en concubinato o unión libre. Incluso algunas entidades financieras otorgan el préstamo a personas del mismo género. Además, la solicitud puede provenir también de hermanos, padres e hijos, o de dos personas con algún parentesco. 

Las responsabilidades y derechos son iguales

Si bien uno de los dos quedará como acreditado, es decir, el titular, quien aportará un monto mayor, según sus ingresos mensuales, ambos tendrán las mismas responsabilidades legales. Al liquidar el préstamo, serán propietarios por igual, sin importar que el aporte no haya sido el mismo de ambas partes. 

Tendrán un seguro de vida ligado al préstamo

Otro beneficio de las hipotecas conjuntas es que ambos solicitantes quedan cubiertos por un seguro de vida, que estará ligado a un préstamo. Con éste se liquidará la deuda en caso de que uno de los dos fallezca, pero para que se haga efectivo, deben estar al día con los pagos. Cabe mencionar que no todas las financieras ofrecen este seguro, por lo que te recomendamos investigar primero.

Estarán protegidos en caso de separación

Aunque este tipo de crédito es una excelente opción, muchas parejas dudan en adquirirlo debido a la posibilidad de una separación en el futuro. Sin embargo, aunque el convenio no se ve alterado por un divorcio, se puede llegar a un acuerdo legal, en el que un juez deberá señalar quien continuará pagando y quien será el propietario al liquidarse la deuda. Dicho acuerdo deberá ser firmado por ambas partes.

En resumen, podemos decir que solicitar un crédito hipotecario en pareja es una opción que puede ayudar a materializar el sueño de comprar una casa. Además de reducir el la cantidad y el tiempo de pago.

No obstante, ambos deben recordar que se trata de una responsabilidad a largo plazo.Por ello es importante que lo hablen, dejando de lado los sentimientos y lo analicen de manera objetiva.

Y, si ya decidieron solicitarlo, investiguen las opciones que ofrecen los bancos y otras instituciones antes de firmar, para que todo transcurra sin percances.