Muchos dicen que el seguro de vida es un acto de amor, y así lo creo. ¿A quién le gusta que su familia se preocupe por la falta de dinero?

Es evidente que para mí el bienestar financiero es clave para una vida tranquila. Pero si hay un instrumento financiero que para mí es la estrella, es el seguro de vida, considerado un acto de amor, y así lo creo.

Contrario de la mayoría de los seguros que ayudan a su propietario a recuperarse de un evento que le pueda afectar directamente a su economía, el seguro de vida no es directamente en su beneficio, sino de sus seres queridos.

Y es que de lo que se trata es de brindar una protección económica para la familia en caso del fallecimiento del asegurado. Sin duda, la familia es uno de los pilares más importantes en nuestra vida, por lo que brindarle tranquilidad y seguridad a nuestros seres queridos en momentos difíciles es una manera de ser responsables (si el contratante es la cabeza de ese hogar) y de mostrarles nuestro interés en su bienestar, más allá de nosotros mismos.

En ese momento tan difícil, el seguro de vida les ayudará a cubrir los gastos funerarios, pagar las deudas pendientes, como hipotecas o préstamos, y/o, sobre todo, a no desestabilizar su economía. Y es que, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) una familia tarda hasta 3 años en recuperar su nivel de vida tras el fallecimiento del sostén de su hogar.

Sin embargo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en nuestro país únicamente 13% de la población adulta tiene seguro de vida.

Me gustaría retomar algunas recomendaciones que Grupo KC, agente de seguros, comparte para aquellos que este año están decididos a proteger a quienes más aman.

Una de ellas es crear un presupuesto para que el pago del seguro no impacte en las finanzas. Y es que uno de los principales obstáculos por los que las personas no adquieren un seguro de vida es porque lo consideran inaccesible.

Sin embargo, ya sea de forma individual o colectiva, un trabajador puede proteger la estabilidad financiera de sus seres queridos a través de “pagos chiquitos” que se descuentan de manera frecuente de su salario. A esta modalidad se le conoce como “descuento por nómina”. Grupo KC explica que los seguros en modalidad de descuento por nómina suelen representar primas, por ejemplo, de alrededor de 4 mil pesos anuales, con pagos de 300 pesos quincenales. A diferencia de un microseguro que se cobra anualmente, Descuento por Nómina ofrece la comodidad de pagos y una protección más amplia con coberturas adicionales.

Otra sugerencia que nos da es ver al agente de seguros como un aliado y apoyarnos en él o ella para tener mucha claridad en lo que se está contratando, indagar sobre coberturas que pueden ser útiles para sumarse a la póliza o, incluso, para ir ajustando el seguro a las necesidades cambiantes de una familia.

Si se requiere, dependiendo de las condiciones del seguro, se puede ajustar el monto de cobertura y los beneficiarios a lo largo del tiempo.

Esta columna fue publicada originalmente en El Universal Querétaro