El dolor menstrual es una realidad a la que muchas mujeres en México se enfrentan mes a mes y su impacto en la vida laboral es un tema del que debemos de hablar.
En la actualidad, se estima que el 21% de las trabajadoras en el país falta a su empleo debido a los cólicos, sin compartir con su equipo el motivo real de su ausencia laboral. Sin embargo, una encuesta de OCCMundial, indica que siete de cada 10 trabajadoras consideran positivo que las personas menstruantes se ausenten para descansar durante esos días.
Este dato no sólo es una estadística, sino un reflejo de una problemática que viven miles de mujeres, al menos, una vez al mes. Dicho dolor, asociado con la menstruación, puede provocar que las actividades cotidianas sean más “pesadas” para algunas mujeres.
Frente a esta situación es fundamental que las empresas y los empleadores reconozcan la importancia de abordar esta cuestión de manera seria y comprensiva. No se trata simplemente de una «excusa» para faltar al trabajo, sino de una realidad médica que puede impactar significativamente la calidad de vida y el desempeño laboral de las mujeres.
Una de las medidas que es importante impulsar, sobre todo en los equipos de trabajo que están compuestos, en su mayoría, por mujeres, la posibilidad de tener un día de licencia o dinámicas laborales más flexibles para descansar durante estos días. Es necesario fomentar una cultura laboral que promueva la empatía y la comprensión hacia las necesidades de salud de las mujeres para contribuir a la creación de entornos de trabajo inclusivos.
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Además de abordar el impacto del dolor menstrual y sus consecuencias en las dinámicas laborales de las mujeres y sus equipos de trabajo, es necesario hablar sobre la necesidad de legislar este tema para garantizar constitucionalmente la licencia menstrual. Las mujeres no deberían tener que elegir entre su salud y su trabajo, y es responsabilidad de todos, desde empleadores hasta legisladores, garantizar que se tomen medidas para garantizar las mejores condiciones laborales de las mujeres.
En un mundo laboral en constante evolución, es necesario que se reconozca y se aborde el dolor menstrual como una cuestión legítima que merece atención y acción. Sólo con un enfoque integral podemos construir entornos laborales donde todas las mujeres puedan sentirse cómodas y seguras.
Este texto es una colaboración de Paola Acuña, Brand Manager de ProFemme