Si uno de tus propósitos para este 2024 es tener un seguro de vida que proteja a tu familia en caso de que llegues a faltar, aquí te traemos algunos tips que te ayudarán a lograrlo.

El sector asegurador tiene el reto de contribuir a que cada día más familias cuenten con protección financiera para los riesgos que enfrentan. El más importante: conservar la estabilidad financiera de los seres queridos en caso de que el principal proveedor de ingresos llegue a faltar. ¿Cómo? A través de un seguro de vida.

Y es que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en nuestro país únicamente 13% de la población adulta tiene un seguro de vida.

La encuesta también revela que 26% de las personas reportó que nunca ha tenido un seguro porque “no lo necesita” o “no le interesa”, 16% considera que “son muy caros”, 10% dice que “no sabe cómo son o cómo funcionan” y 9% aseguró que “no se lo han ofrecido”.

En este sentido, Grupo KC, agente de seguros, comparte algunos tips para que las personas cumplan este 2024 con el propósito de proteger a sus seres queridos en caso de que lleguen a faltar.

Crea un presupuesto para que el pago del seguro no impacte en tus finanzas

Uno de los principales obstáculos por los que las personas no adquieren un seguro de vida es porque lo consideran inaccesible. Sin embargo, ya sea de forma individual o colectiva, un trabajador puede proteger la estabilidad financiera de sus seres queridos a través de “pagos chiquitos” que se descuentan de manera frecuente de su salario. A esta modalidad se le conoce como “descuento por nómina”.

Los seguros en modalidad de descuento por nómina suelen representar primas, por ejemplo, de cuatro mil pesos anuales, con pagos por alrededor de 300 pesos quincenales. A diferencia de un microseguro que se cobra anualmente, Descuento por Nómina ofrece la comodidad de pagos y una protección más amplia con coberturas adicionales.

En este sentido, te sugerimos que comiences 2024 poniendo en orden tus finanzas. Realiza un balance de lo que debes y cómo lo vas a pagar. También considera tus gastos fijos y revisa detenidamente los gastos variables, define de cuáles puedes prescindir para que con ello puedas pagar tu seguro de vida.

Ojo con los gastos hormiga. Detecta aquellas “fugas de dinero” como el café de las mañanas, las botanas, propinas, cigarros, etc. Identificarás que, al sumarlos durante un mes, son una cantidad considerable de dinero. 

Con este análisis podrás definir si puedes contratar tu seguro de vida al iniciar 2024 o en qué momento del año tendrías la capacidad económica de hacerlo. 

Ten honestidad con tu capacidad de pago, es la clave

Si bien queremos dejar a nuestros seres queridos lo más protegidos posible, es importante considerar la capacidad de pago. Para ello puedes ayudarte de tu presupuesto.

Saber cuánto puedes destinar cada quincena, mes o año, te ayudará a definir el monto de la prima (costo) y la suma asegurada (cantidad que entregarán a tu familia, en caso de fallecimiento; o a ti, si ocurre una invalidez). Con ello evitarás que se pierda la protección ante la falta de pago.

Define los riesgos ante los que deseas protegerte y proteger a los tuyos

La cobertura más común en un seguro de vida es el riesgo de fallecimiento, básicamente se le otorga la suma asegurada a tus beneficiarios. Aunque también puedes protegerte agregando coberturas adicionales como:

  • Invalidez total o permanente
  • Gastos funerarios
  • Protección contra cáncer
  • Enfermedades graves
  • Muerte accidental y/o pérdidas orgánicas
  • Accidentes personales
  • Enfermedad terminal

Considera al agente de seguros como un aliado

Al adquirir un seguro, o cualquier producto financiero, pregunta todo lo que necesites, por muy pequeño que parezca. Un agente puede asesorarte también con base en tu capacidad económica y situación familiar, sobre la protección ideal para ti, pero tú tienes la última palabra.

Recuerda … no existe pregunta tonta, el agente de seguros debe aclarar todas tus dudas y, si no lo hace ¡amig@ … ahí no es! 

En los seguros, las letras chiquitas ¡no existen! 

Las llamadas letras chiquitas en realidad son las exclusiones de la póliza y se trata de aquellas situaciones en las que podría o no cubrir el seguro. Es importante que las leas detenidamente y, si tienes dudas, pregunta a tu agente de seguros. 

Vale la pena contarte que, por ley, estas cláusulas están en letra arial 12 y en negritas. Así que ya sabes, si lees, preguntas y aclaras, no tendrás sorpresas con tus coberturas.