La columna pasada hablaba de cómo un seguro de vida puede ser un instrumento de gran utilidad, ya sea para no dejar desprotegida a nuestra familia cuando faltemos, o bien, recuperando algún componente de ahorro que algunas coberturas tienen de cumplirse un plazo establecido.

La columna pasada hablaba de cómo un seguro de vida puede ser un instrumento de gran utilidad, ya sea para no dejar desprotegida a nuestra familia cuando faltemos, o bien, recuperando algún componente de ahorro que algunas coberturas tienen de cumplirse un plazo establecido.

Y ya que estamos abordando estos temas que a veces nos cuestan trabajo hablar, o nos ponen hasta cierto punto incómodos, te pregunto ¿ya planeaste tu despedida? Si algo tenemos seguro al vivir es que moriremos, y no pensar en ello no sólo no evitará el momento, sino que no nos permitirá prepararlo con nuestros recursos y a nuestra manera.

Lo cierto es que, en México el 50% de la población son adultos, pero tan solo el 7% cuenta con una previsión funeraria. Lo que resalta la necesidad de abordar el tema, actuar y decidir cómo queremos cerrar nuestro paso por la vida.

Previsión funeraria, un tema para reflexionar

Manuel Ramírez, director de la empresa enfocada a brindar servicios funerarios J. García López, señala algo en lo que concuerdo, no importa la etapa de la vida en que nos encontremos, tenemos que reflexionar sobre lo que queremos en nuestra despedida.

Pero además, la clave para morir en paz, no es sólo planear y prever el gasto, sino hablarlo con nuestros seres queridos. Abordar esos temas que quizá nos parezcan raros, feos o llenos de tabúes, pero son necesarios para una gestión financiera óptima y para mitigar el impacto económico que pueda tener en los demás.

Abrir la conversación además nos permite planear el homenaje que merecemos, evitando malas y desafortunadas decisiones y, por el contrario, seleccionando el mejor lugar, las condiciones más ad hoc a nuestros deseos y estilo de vida.

Existen seguros de gastos funerarios que permiten dejar todo arreglado y le brindan tranquilidad a la familia. Y es que suele pasar que cuando ocurre lo inevitable, los más allegados, además del pesar, tienen que desembolsar fuertes cantidades de dinero para cubrir el imprevisto.

También por supuesto, las empresas que ofrecen servicios funerarios, pueden hablar de facilidades y planes de este tipo. Aunque, según datos del Gabinete de Comunicación Estratégica, el 76.3% de los mexicanos tiene la percepción de que estos servicios son caros, el costo es muy diverso.

Un sondeo realizado por la Dirección General de Estudios sobre Consumo advierte que puede ir desde los 7 mil hasta los 200 mil pesos. Ahora bien, si cuentas ya con un seguro de vida ¿sabes si tu cobertura incluye gastos funerarios? Quizá ni siquiera te habías percatado de ello, es momento de revisar y de incluir una cláusula adicional si así lo quisieras.

El propósito, como siempre, es tener un futuro sin sobresaltos, y para ello es recomendable llevar unas finanzas ordenadas, fijando metas que abarquen diversos aspectos de la vida, incluyendo la previsión funeraria.

Como lo señala Manuel Ramírez, una cultura directa y franca sobre la muerte facilitará la conciencia sobre la responsabilidad unipersonal de planear este evento final con empatía y lleno de sentido para nuestras familias.

Sí, hablar de la muerte es duro, pero sumar los planes funerarios desde un modelo de previsión da certeza en la planificación y garantiza la gestión de los recursos, así como el asegurar que se cumplan con los últimos deseos.

Es momento de hablarlo, no dejes que los demás decidan por ti.

Esta columna fue publicada originalmente en El Universal Querétaro