¿Cuántas veces te has preguntado qué hiciste con tu sueldo? ¿En qué te lo gastaste? o incluso has pensado que en algún momento pudiste perder dinero en algún momento, esto, y finanzas personales desestabilizadas, son consecuencia de no tener un control de tus ingresos y de tus gastos.

A este control de tus ingresos y la manera en la que gastas lleva como nombre presupuesto, y en realidad son pocas las personas que lo hacen.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, sólo 4 de cada 10 personas adultas llevan un registro o presupuesto de sus ingresos y gastos y de ellas, más de la mitad lo hacen mentalmente.

Como puedes ver son pocos quienes realizan un presupuesto y, sobre todo, lo respetan; pero una vez que se visualiza el valor que tiene y los beneficios que dan para el bienestar financiero, se convierte en el mejor aliado para estar en orden, para no olvidar pagar deudas e incluso para ahorrar y alcanzar metas financieras. 

¿Cómo puedes hacerlo? Muy sencillo, en una hoja de papel o en un archivo de Excel en tu computadora, debes apuntar todos los ingresos que tienes en el mes o en la quincena, como tú prefieras (la recomendación es que si ganas por semana lo hagas semanal, si ganas por quincena lo hagas quincenal, etcétera) es importante que apuntes absolutamente todos. 

Una vez que tengas esta lista, apuntarás todos los gastos que tienes en el mismo periodo, contempla todos tus pasivos entre ellos: renta, luz, internet, celular, la despensa, gasolina, comidas fuera de casa, los pagos de la tarjeta y si es posible una pequeña cantidad que esté destinada al ahorro. 

De esta manera tendrás una mejor administración, pues ver tus números te dará una muestra clara de cuánto dinero puedes gastar, en cada rubro. 

Probablemente piensas que es imposible ordenar de esta manera tus finanzas pues hay quincenas donde te alcanza más que en otras; pues bien, antes de darle forma a tu presupuesto, debes observar tu manejo del dinero durante un mes.

También puedes checar: ¿Eres una #mujerdeveloper? Toma nota de esta oportunidad

Lo que harás es apuntar todos tus gastos del mes, desde el pago de servicios, despensa, comida, gasolina, las propinas que das, lo que gastaste comprando qué en la tienda de la esquina, hasta los gastos en salidas y gustos culposos que tienes.

Al final del mes suma lo que gastaste en cada rubro y evalúa si es un desembolso realmente necesario o puedes prescindir de él. 

Hagamos un ejercicio práctico si diario te compras un refresco de cola de 600 mililitros con un costo promedio de 16 pesos, a la semana te gastas 112 pesos, lo que implica un gasto mensual de 448 pesos y un gasto anual que puede alcanzar los 5,376 pesos. 

¿Qué podrías hacer con este dinero? Sin duda puede ser una cantidad para partir una buena inversión, liquidar o avanzar en el pago de una deuda, abonar para unas vacaciones, etcétera.

Este ejercicio de gastos hormiga o compras innecesarias lo puedes realizar con gastos como el refresco, el cine, las compras en la tiendita de la esquina, compras online, etcétera. 

Una vez que tengas tu autodiagnóstico podrás armar un presupuesto de una manera más estructurada, definiendo cuánto puedes gastar en cada rubro e incluso cuánto dinero puedes utilizar para un momento de relajación financiera. 

Una recomendación es que el 50% de tus ingresos sea para gastos esenciales como los servicios de luz y agua, la alimentación, el transporte, la educación, los gastos médicos, etcétera.

El 30% es para el ahorro, inversiones y pago de deudas, mientras que el 20% restante es para gastos flexibles, es decir, todo aquello que se compra pero que no es realmente necesario.

Recuerda esto es sólo una recomendación, pues no existe la formula perfecta ya que cada persona tiene necesidades y prioridades diferentes; por ello te recomendamos hacer un análisis profundo de tus finanzas personales y plantearte un presupuesto real. 

Te recomendamos que armes tu presupuesto ajustado a tus necesidades, con el fin de que tú sola puedas encontrar el equilibrio perfecto.