Al reflexionar sobre la lucha continua por la igualdad de género, uno de los puntos cruciales ha sido la constante lucha por la inclusión financiera y su papel crucial para empoderar económicamente a las mujeres.

Si bien, en los últimos años, se han observado avances significativos en la lucha por la igualdad de géneros, aún persisten desigualdades profundas, particularmente, en lo relativo al acceso a servicios financieros, pues estadísticamente las mujeres enfrentamos obstáculos significativos para acceder a cuentas bancarias, créditos y otros servicios financieros básicos.

De acuerdo con datos de la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, solo el 42 por ciento de las mujeres adultas están bancarizadas, en contraste, al 56 por ciento de hombres que tienen una cuenta de banco. Este fenómeno, es el cúmulo de desafíos únicos que nos afectan desproporcionadamente debido a las barreras sociales, culturales o económicas que aún existen y se ha traducido en una menor participación en actividades financieras formales, como la apertura de cuentas bancarias, la solicitud de préstamos o la obtención de seguros.

El acceso limitado a los servicios financieros puede generar repercusiones significativas para nosotras, tanto a nivel individual como a nivel comunitario. Por un lado, nos enfrentamos a una mayor vulnerabilidad financiera exponiéndonos a situaciones de riesgo, y dificultando la capacidad para planificar y asegurar un futuro financiero; por otro lado, dicha exclusión afecta negativamente el desarrollo económico y social, ya que limita la capacidad para contribuir al crecimiento y bienestar de las familias, negocios y comunidades.

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«Open Finance», oportunidad para la inclusión financiera

En este contexto, el concepto de “Open Finance” emerge como una oportunidad innovadora y prometedora para abordar los desafíos de inclusión financiera que enfrentamos las mujeres en México. Esta solución, basada en la idea de dar acceso abierto y equitativo a productos y servicios financieros, puede abrirnos importantes posibilidades financieras accesibles y adaptadas a nuestras necesidades específicas.

El Open Finance ofrece una plataforma abierta y colaborativa, además de brindar el potencial de transformar radicalmente la forma en que las personas acceden y utilizan los servicios financieros. De acuerdo con el Banco Mundial, el aumento en la inclusión financiera puede incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, especialmente en los países en desarrollo como México. Este dato subraya la importancia de promover activamente la inclusión financiera como motor de crecimiento económico y desarrollo social.

Además de ofrecer servicios financieros a aquellos que no están bancarizados, este concepto permite diseñar productos y servicios que sean inclusivos y empáticos al género. Esto significa tener en cuenta las diferencias en las necesidades financieras y los patrones de uso entre hombres y mujeres, para diseñar soluciones que aborden estas disparidades de manera efectiva.

Las entidades financieras tradicionales desempeñan un papel fundamental en la promoción de la inclusión financiera de las mujeres a través del Open Finance. Al aprovechar su experiencia y alcance en el sector financiero, estas instituciones pueden liderar iniciativas que promuevan la inclusión y la igualdad de género en México, tales como desarrollo de productos financieros diseñados para mujeres, programas de educación y capacitación que las empoderen para tomar decisiones informadas o semilleros de emprendimientos liderados para mujeres.

Por ejemplo, en cuanto a acceso al crédito, la excusa principal se enfocaba en el poco historial crediticio que podría tener una mujer que se dedicaba al hogar. El Open Finance permitiría obtener más indicadores sobre los usuarios femeninos, como patrones de consumo e ingresos adicionales que puedan fundamentar y reflejar su manejo responsable de las finanzas. 

Las instituciones financieras, están en una posición trascendental para llegar a comunidades subatendidas y ofrecer servicios financieros accesibles. Sin embargo, es crucial que estas instituciones tengan un correcto abordaje para enfrentar temas como la seguridad de datos y la accesibilidad para garantizar que se beneficie a todos los sectores de la sociedad por igual.

A través de la combinación de finanzas, tecnología y datos, el Open Finance puede ayudarnos a seguir transformando al sector. Al permitir que todo tipo de usuario se introduzca a la variedad de productos financieros, se abre una gran oportunidad para acabar con las brechas financieras, promover la igualdad de género y seguir empoderando a las mujeres en México.

Este texto es una colaboración de Fernanda Prendes, Chief Growth and Marketing Officer de Up Sí Vale