Pese a que las mujeres son, usualmente, las encargadas de administrar el dinero de los hogares para realizar las compras de bienes y servicios necesarios, además de que diversas instituciones las han reconocido como mejores administradoras de recursos, al momento de invertir el dinero son los hombres quienes principalmente lo hacen.
De acuerdo con un informe de GBM, en México sólo dos de cada 10 inversionistas registradas a la plataforma son mujeres. En total, las mujeres tienen 24% de las cuentas que tiene la casa de bolsa.
Los datos señalan que las mujeres que han incursionado al mundo de las inversiones tienen una edad desde los 18 hasta los 90 años, pero son aquellas que se encuentran entre los 25 y 24 años las que comprenden el grupo más representativo.
“Hay varios elementos del por qué las mujeres invierten menos. Uno de ellos es que, en sí mismo, el sistema financiero fue creado a partir de estructuras, valores, filosofía y forma de percepción muy masculina, pese a que las finanzas bien manejadas, y se ha demostrado, las han llevado las mujeres.” Joselyn Quintero, especialista en neurofinanzas
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La especialista agregó que, mientras para el hombre el tema del dinero y su uso a libertad se ha visto como algo normal, para las mujeres existen factores sociales y culturales que afectan la percepción sobre el uso de dinero, y, por ende, se cuestionan más de saber si están listas o no a la hora de invertir.
“Mientras que el hombre tiene una tendencia mucho más de aparentar lo que sabe sobre lo que efectivamente sabe, la mujer no tiene eso. Nosotras queremos sentirnos seguras al 100%, incluso, para plantearnos un primer paso”, dijo.
Brechas de género
En México, otro factor que le juega en contra a las mujeres es la marcada brecha de género salarial que existe en el país, así como los altos niveles de informalidad que existen y los llamados cuidados del hogar, que principalmente recaen en ellas.
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020 expuso que, en la coyuntura de un primer año de pandemia por el Covid-19, las mujeres tuvieron un ingreso promedio trimestral monetario de 14,868 pesos, 34% menos que el ingreso promedio de los hombres, que fue de 22,618 pesos.
En tanto, la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) mostró que en México 54.9% de las mujeres se encuentran como Población No Económicamente Activa, es decir, no participan en la actividad económica y por tanto, no obtienen ingresos laborales, un dato mayor a la tasa de 40.1% que reportaron los hombres al segundo trimestre de este año. En tanto, 29.4% de las mujeres que contaban con trabajo, lo hacían en el sector informal, es decir, sin prestaciones o ingresos fijos.
Respecto a las tareas de cuidado y del hogar, las mujeres invierten más horas a la semana en estas actividades, lo cual incluso aumentó con la llegada de la pandemia en donde tuvieron que hacerse cargo de los hijos, el hogar, o personas enfermas, por lo que muchas veces optan por dejar el ámbito laboral o bien, reducir sus horas, lo cual también afecta sus ingresos. En total, estas labores aportan alrededor de 27% del PIB.
¿CÓMO EMPEZAR A INVERTIR?
Joselyn Quintero comentó que, para empezar a revertir la tendencia y que más mujeres empiecen a invertir, es importante conocer, comprender y gestionar todos los sesgos que existen, para que las mujeres logren ganar confianza sobre su dinero y empezar a buscar información sobre las inversiones.
Además, añadió, es importante que entre las propias mujeres se genere la conversación sobre las inversiones para apoyarse ante las dudas que puedan surgir, y conocer los diferentes instrumentos que existen para invertir.
En tanto, el estudio de GBM recomienda que, para empezar a dar el primer paso en las inversiones, se empiece con una organización, en donde se definan los objetivos que se quieran alcanzar – irse de vacaciones, ahorrar para una casa, ahorrar para el retiro, entre otros – para después escoger el instrumento adecuado para realizar la inversión.
BELÉN SALDIVAR. Periodista económica,
especializada en finanzas públicas y macroeconomía.
Le gusta abordar temas de desigualdades, el cine y los perritos
