La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas del mundo.

Se calcula que, a nivel global, 736 millones de mujeres, casi una de cada tres, han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.

Y precisamente, el 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha que da inicio a la Campaña «Únete» de la ONU, que comprende 16 días de activismo en pro de la visibilización y prevención de este tema, concluyendo el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Es por ello, que lo quiero traer a colación. Para contribuir a seguir visibilizando este alarmante tema que requiere sin duda de la suma de esfuerzos. Sin embargo, tan solo un 5% de la ayuda gubernamental mundial va destinada a la violencia de género y se invierte menos del 0,2% en su prevención.

Y, dentro de este paraguas desafortunado de violencia, se encuentra también la económica. Se trata del poder que se ejerce contra las mujeres para hacerlas dependientes económicamente de los hombres. Cuando se controla o limita sus ingresos económicos y la disposición de los mismos, o cuando se las priva de los medios indispensables para vivir.

Se calcula que el 70% de las mujeres que sufren violencia física siguen con sus agresores por temas económicos. ¡Esto es gravísimo! Esta forma de abuso limita la capacidad de las mujeres para tomar decisiones autónomas, afecta su bienestar emocional y puede sumergirlas en la pobreza y la depresión crónica.

De acuerdo a un estudio realizado por BBVA Research, es necesario por lo tanto un rediseño del sistema financiero que promueva la inclusión y empoderamiento económico de las mujeres, brindándoles herramientas para romper el ciclo de violencia y lograr una vida digna y libre. 

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La violencia económica de género requiere atención prioritaria

Sin duda, la atención y visibilización de este tema ¡es urgente! Tuve la oportunidad de platicar con Diego Solano, Head de Asuntos Públicos de Provident, quién me adelantaba cómo esta empresa está buscando impulsar acciones contra la violencia económica de género, que requiere una atención prioritaria. “Parece ser que la violencia económica es el último eslabón antes de llegar a la violencia física”.

Provident es una empresa microfinanciera fundada en Reino Unido que precisamente en octubre de este año cumplió su 20 aniversario en el país; actualmente cuenta con una cartera de 710 mil clientes (de los cuales 70 por ciento son mujeres) y busca en los próximos 3 años, alcanzar 1 millón 200 mil clientes.

Esta compañía ofrece préstamos personales a domicilio a segmentos de la población que hoy no tienen acceso a los servicios financieros, y entre sus acciones está, evidentemente, el impulso de la inclusión financiera, pero también de la educación financiera.

Desde hace varios años cuenta con un programa para brindar cursos que tienen el propósito de mejorar la salud financiera de las familias mexicanas, a través de alianzas con diferentes organizaciones de la sociedad civil y escuelas en los estados donde tienen presencia. A la fecha, se han beneficiado más de 140,000 jóvenes y adultos gracias a este programa.

Provident recientemente publicó su Estudio de Bienestar Financiero 2023, elaborado en colaboración con Kantar. Entre los resultados se destaca que casi el 60% de los mexicanos han pedido un préstamo en los últimos 12 meses, y las instituciones financieras son la opción más popular para obtenerlos. 

Por otro lado, el 16% de los encuestados aseguran no tener dinero sobrante al final del mes, hecho que aplica principalmente a mujeres, asimismo, el 36.1% de las mujeres tienen más probabilidad que los hombres a no tener ahorros (36.1% de las encuestadas).

Este texto fue publicado originalmente en El Universal Querétaro